VOLVIÓ A NACER HACE 22 AÑOS

Perdió dos extremidades pero ganó la fuerza para superar cualquier obstáculo; trabajaba en la CFE en Tampico

Tampico, Tamaulipas.- Por descarga eléctrica de 13 mil 800 voltios, un trabajador de la Comisión Federal de Electricidad en Tampico perdió dos extremidades.

Ahora, después de 22 años de este hecho, ha aprendido a valorar la vida en compañía de su familia que nunca lo desamparó.

Fue precisamente el primero de noviembre de 1996, cuando Alejandro García Rodríguez realizaba su trabajo como cualquier día, sin imaginar que un accidente cambiaría su vida por completo.

Alejandro García Rodríguez es un ejemplo de tenacidad 

Subió a una canastilla para instalar un hilo de tierra en un poste ubicado en la zona norte de la ciudad. Ya le habían avisado que se había cortado corriente para evitar cualquier tipo de riesgo.

Pero al iniciar con el proceso correspondiente recibió repentinamente una fuerte descarga de los cables de alta tensión, provocando que cayera aparatosamente dentro de la canastilla, mientras se incendiaban las mangas de su traje protector.

Rápidamente fue bajado por parte de sus compañeros, quienes le quitaron el traje de hasta media pulgada de espesor para conocer la gravedad del asunto. 

 El accidente le cambió la vida 

Él seguía consciente, pero no estaba en sus cinco sentidos tras la descarga eléctrica.

Fue trasladado de emergencia al hospital más cercano. 

Tuvieron que amputarle uno de sus brazos ante el daño que recibió y al paso de los días, el segundo brazo.

Primero, reclamaba a dios por lo que le sucedió, la tristeza lo invadió debido a lo ocurrido. 

Su esposa e hijos siempre estuvieron a su lado para darle ánimos.

Continúa disfrutando junto a su esposa y 3 hijos 

Fue en ese mismo hospital, en donde al ver casos aún más severos, recapacitó y agradeció la segunda oportunidad de vida que se le dio.

En estos 22 años después del incidente, aprendió a valerse por sí mismo, su familia fue un factor importante para lograr una mejoría palpable en el sentido emocional.

Es muy conocido en la colonia Tolteca, que es donde residen. Todas las mañanas a pesar de sus impedimentos se las ingenia para salir a barrer su patio y la banqueta frente a su casa.

Es una persona muy querida por los vecinos, ya que inspira valor y fortaleza. 

Es un claro ejemplo de perseverancia a pesar de las dificultades que se presentan en la vida.

Afirma que muchas veces pueden ser lecciones y hay que saber superarlas. 

Envió un mensaje a todas aquellas personas que presentan el mismo problema o alguna otra complicación para que no se den por vencidos, que siempre hay una solución para todo y que siempre hay que seguir luchando.

Ayer recordó el día, el primero de noviembre de hace 22 años, en que prácticamente volvió a nacer, sin lamentarse y agradecido por seguir disfrutando de momentos agradables con su esposa y sus tres hijos.