Ya no son solo popotes y plásticos; cubrebocas también invaden el mar
Los cubrebocas, mascarillas y guantes de látex han ayudado para protegernos de la COVID-19; sin embargo, su mal manejo podría sumarse a la contaminación de mares y costas de todo el planeta, advirtió Raquel Briseño Dueñas, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM.
De acuerdo con cifras del Programa de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente (PNUMA), los desechos sanitarios por el coronavirus podrían sumarse a las 13 millones de toneladas de plástico que cada año invaden al mar.
El 23 de mayo, buzos de la organización no gubernamental de Francia Operación Mar Limpio, reportaron la llegada de los primeros cubrebocas desechables al Mar Mediterráneo.
“Pronto se corre el riesgo de que haya más máscaras que medusas en las aguas del (Mar) Mediterráneo”, alertó Laurent Lombard, miembro de la ONG en perfil de Facebook.
Hasta el 31 de mayo, Operación Mar Limpio había recolectado 36 guantes y 11 cubrebocas o máscaras desechables.
Briseño Dueñas, para dar una idea de los desechos sanitarios para la COVID-19 que se producen, detalló que en un día, un médico que atiende pacientes contagiados de coronavirus requiere hasta 16 cambios de guantes, cuatro batas, cuatro cubrebocas desechables, una mascarilla N-95 y cubrebotas.
“Si estas cifras se extrapolan a cada hospital del País, a nuestra región y a nivel global, podemos tener otro ángulo para visibilizar la magnitud de generación de estos residuos”, indicó.