Papá torturaba a sus hijos, los obligaba a comer sus propias heces
Un padre de Connecticut se enfrenta a cargos de maltrato infantil por presuntamente obligar a su hijo a comer sus propias heces, según un informe recientemente publicado. Una investigación de dos años sobre Kevin Grant, de 33 años, también determinó que el padre supuestamente hizo que sus hijos se golpearan con un bate de béisbol con púas.
Grant había sido acusado anteriormente por otros cargos tras supuestamente obligar a su hijastro a dormir en un armario durante meses y hacerle engullir salsa picante hasta que vomitó. Según el nuevo documento de acusación, los cuatro hijos de Grant, de entre 5 y 11 años, fueron obligados a presenciar la tortura de sus hermanos.
Sometía a sus hijos a grotescas torturas
En una ocasión, Grant supuestamente encerró a uno de los niños en un armario como forma de castigo. Cuando el niño dijo que tenía que ir al baño, Grant le dio una caja para que defecara mientras estaba encerrado. A continuación, el padre supuestamente obligó a los hermanos del niño, que lloraban, a ver cómo le hacía comer sus propias heces mientras les decía "esto es lo que pasa cuando no te comportas", según la declaración jurada.
Dos de los hermanos del niño le dieron a su hermano un poco de leche a escondidas, pero fueron sorprendidos por Grant y uno de ellos fue golpeado con un cinturón "tan fuerte que pensó que iba a morir", según el documento de acusación. También se acusa a Grant de poner petardos en los pantalones de uno de los niños y de reírse mientras estallaban, según detalló el diario The New York Post.
La policía dijo que Grant fue detenido el 10 de agosto y acusado de imprudencia, riesgo de lesiones a un niño y crueldad intencionada contra las personas. Grant fue arrestado con una fianza de 50 mil dólares y está a la espera de su juicio por cargos similares de la investigación original, que comenzó en octubre de 2020.
La esposa de Grant, Kaitlin Elizabeth Baptiste, de 29 años, también fue arrestada en octubre de 2020 por cargos que incluyen riesgo de lesiones a un niño y peligro imprudente de segundo grado, ya que "era consciente" de que Grant estaba abusando de su hijo y no hizo nada para detenerlo, alega la policía.