Una mujer admitió que intentó estrangular a sus dos hijos porque es una mala madre y no podía hacerse cargo de ellos.
El domingo, oficiales del departamento de policía en Washington, Estados Unidos, se encontraban en camino a la casa de Hina Sadia, de 31 años, luego de que ella misma llamará al 911.
Dijo a las autoridades que mató a su hija de cuatro años, y que su hijo de dos años era el siguiente en morir.
Cuando le preguntaron porque quería matar a sus propios hijos, Sadia contestó que:
“Yo soy una mala madre, y no me puedo hacer cargo de mis hijos”.
Cuando la policía llegó a la casa, encontraron la puerta del frente, cerrada y escucharon a Sadia llorando adentro mientras un niño gritaba.
Eventualmente, la responsable abrió la puerta para ser arrestada.
Los niños estaban desnudos y mojados en un baño de la planta alta, según medios locales.
La niña no se movía y el niño estaba sobre los pies de ella sollozando.
“La mujer dijo a los detectives que no podía hacer nada por sus hijos, y ellos no contribuirán en nada a la sociedad, por lo que decidió que era mejor que murieran, así que los mató”, detallaron durante el proceso judicial las autoridades.
Sadia mencionó que iba a ahogar a su hijo primero, pero luego decidió que su hija tendría que morir primero.
Las autoridades comenzaron inmediatamente un tratamiento médico en la pequeña niña.
La niña requirió ser reanimada manualmente durante la escena, pues ya no respiraba, informó el departamento de policía.
Los niños fueron llevados al hospital infantil Mary Bridge, donde la niña está en condiciones críticas y el niño estable.
Cuando ocurrió el incidente, el padre de los niños, que también vive en la casa, estaba en la tienda.
Impresionados por las declaraciones de la madre, los investigadores aun no encuentran un motive del hecho violento.
“Es desconcertante para nosotros, es desconcertante para los investigadores, es desconcertante para el padre en este momento. No estamos seguros porque sucedió”, dijo el asistente del departamento de policía.
Sadia fue acusada de doble intento de homicidio y se encuentra presa en la cárcel del condado de Pierce con una fianza establecida en un millón de dólares.