Joven toma diésel porque no lo dejaron jugar Free Fire
La adicción al juego Free Fire puede ser perjudicial e incluso mortal. El popular juego ha cobrado algunas víctimas en el mundo y otras personas, en su mayoría jóvenes y adolescentes se quisieron suicidar.
Byron (nombre protegido), de 16 años de edad, se encuentra internado en una clínica privada de Guayaquil, Ecuador, luego de que, según versiones de una tía, tomó diésel como señal de rebeldía pues sus padres le quitaron el teléfono celular, le apagaron la red Wi-Fi, le prohibieron el contacto con cualquier otro dispositivo y que salga de la casa.
“ Pasaba día y noche jugando, como tres veces lo encontraron en la madrugada jugando, no quería dormir, no le daba apetito y mucho menos ir al colegio y peor estudiar (…) por eso mi hermana le quitó el celular”, dijo la mujer.
Cerca de las 10:00 del domingo anterior Byron jugaba como todos los días Free Fire, ya su madre le había llamado la atención por varias ocasiones e incluso aún no desayunaba.
Impaciente, la mujer le quitó el dispositivo y lo encerró en el cuarto, en un momento de descuido, el joven salió y bebió diésel que se hallaba en una botella.
Minutos después aparecieron los primeros síntomas (dolor abdominal, tos, diarrea, mareos, entre otras molestias), por lo que se vio obligado a contar lo que había hecho.
En el carro de la familia y aprovechando que un cuñado estaba de visita lo movilizaron hasta una clínica privada en la vía Guayas, pero la desesperación era más grande y al ver que no presentaba una rápida mejoría, tomaron contacto con una tía que gerencia una casa de salud particular en el ‘Puerto Principal’ y lo llevaron hacia allá, está previsto su alta médica para mañana.
“ No avisamos ni a las autoridades ni a nadie, todo se lo hizo rápido, mi sobrino ya está casi fuera de peligro, pero se decidió dejarlo un día más”, agregó.