No cabe duda que la mayoría de las veces, una mentira crece a niveles inimaginables; como la de Laura Daudov, una mujer rusa que mintió sobre estar embarazada y, para no ser descubierta, fingió que los bebés habían muerto.
Daud Daudov, su esposo, se dio cuenta de la mentira al encontrar en el supuesto ataúd de sus “hijos”, un par de muñecos de plástico.
Fingió un embarazo de gemelos
En entrevista para el periódico británico Metro, Laura Dudov dijo que nunca imaginó la magnitud de su mentira al decirle a su esposo -en broma- que estaba embarazada. Al ver cuánta alegría le dio a él, no se atrevió a contarle la verdad.
Como si la mentira sobre un bebé no fuera suficiente, la mujer dijo estar embarazada de gemelos.
Conforme los meses pasaron, la noticia del embarazo gemelar llegó a oídos de todos los integrantes de la familia, quienes estaban igual de entusiasmados que el esposo de Laura.
"Vi lo feliz que estaba mi esposo cuando le dije que estaba embarazada. No quería molestarlo y por eso decidí mentirle a él ya nuestros familiares fingiendo el embarazo."Laura Dudov
Hizo creer a todos que los bebés habían muerto
Con el paso de los meses, Laura tuvo que idear un plan para que su mentira no fuera descubierta. Algunas veces, según cuenta, sentía como si su panza creciera y tenía algunos síntomas de embarazo.
"A veces sentía como si mi barriga creciera, sentía como si estuviera embarazada.
En enero fui a echar un vistazo a las cunas para bebés. Es difícil de explicar, por un lado sabía que no estaba embarazada, pero no podía dejar de fingir."Laura Dudov
La mentira se hizo tan grande, que la mujer rentó un departamento cercano al hospital para fingir dar a luz sola. Esto le permitiría ganar tiempo para encontrar la mejor forma de salir del engaño.
El día miércoles 3 de febrero, Laura dijo haber dado a luz a los gemelos, pero con complicaciones durante el parto. El martes siguiente, la mujer fingió que ambos bebés habían muerto de un “aneurisma de hemorragia cerebral”.
Encontró un par de muñecos en el ataúd de sus “hijos”
Daud Daudov quiso enterrar a sus hijos ese mismo día, por lo que prepararon de inmediato un funeral antes de llevar los cuerpos al cementerio familiar.
Cuando el esposo abrió el ataúd de sus “hijos” para despedirse de ellos, un bulto de sábanas impedía que pudiera verles el rostro; cuando comenzó a quitar la tela, descubrió que solo era un par de muñecos de plástico.
“Abrí la cara del primer bebé y vi que no tenía ojos. ¿Qué era esto? Empecé a abrir la cara del segundo. Lo mismo. Esta era una muñeca… una muñeca”Daud Daudov
Ante la decepción y el desconcierto de toda la familia, Daud suspendió el funeral para aclarar la situación con su esposa y averiguar por qué había muñecos de plástico en el ataúd.
Laura tuvo que confesar toda la verdad.