La “sal rosa” o sal del himalaya ya se puede ver a la venta en casi todas las tiendas, y se vende como un condimento casi se de lujo al ser mucho más cara que la “sal fluorada y yodada” e incluso que la “sal de mar”.
La sal del Himalaya siquiera procede de la cordillera del Himalaya como lo dice su nombre. En realidad se obtiene principalmente en la mina Khewra Salt en la zona montañosa del Punjab, en Pakistán.
Debido a la atención mediática, que se le ha brindado a la sal del Himalaya por sus supuestas bondades, se le puede encontrar en un precio de hasta 20 veces más de la sal convencional.
Se sabe que existen 84 minerales diferentes, pero solo el 2% de la sal rosada está compuesta de estos (y que le dan esa tonalidad), es decir, que la sal del Himalaya es nutricionalmente similar a la sal normal.
Sin embargo, su alto costo es en gran medida consecuencia del marketing, pues representa una gran oferta porque es rara, de producción y distribución artesanal, lo cual encarece al producto, y además, según los productores de lámparas de sal ayuda a eliminar bacterias en el aire y en spas, a desintoxicar el organismo.
Al final, no se han realizado estudios científicos que avalen dichas propiedades, lo que es un hecho es que la industria se ha encargado de ponerla en tendencia.
ES MENOS SALUDABLE
Una de las los beneficios más grandes que se tiene de la Sal del Himalaya es que es más saludable por que contiene minerales lo cual ya ha sido demostrado que no es cierto, de hecho incluso sería menos saludable debido a que la sal refinada ha sido enriquecida con yodo y/o flúor para evitar la deficiencia de estos micronutrientes, para evitar enfermedades en la tiroides que era muy frecuentes antes de que se enriqueciera la sal.
EL TIMO DE LAS LÁMPARAS DE SAL DEL HIMALAYA
A pesar de la gran falta de evidencia científica que acarrean, tanto las lámparas de sal del Himalaya como los recientes spas basados en haloterapia son cada vez más prolíficos en Estados Unidos. Las primeras también se pueden adquirir en España y se anuncian como "descontaminantes, purificadores del aire y proveedoras de salud natural".
Dichas lámparas de sal son, esencialmente, cristales de sal de color rojizo de diferentes tonos, cuyo origen es la región del Himalaya. Dichos cristales se cincelan hasta lograr la forma de lámpara, o bien se usa la sal en grandes cantidades en habitaciones enteras de spas, como explica en este artículo The New York Times.
Los defensores de la haloterapia afirman que tanto las lámparas como los balnearios de sal pueden purificar el aire, oxigenar el cerebro y reducir los síntomas de trastornos del estado del ánimo. Además, supuestamente mejoran el dolor de la artritis y regulan mejor la presión arterial. Incluso los spas afirman que sus habitaciones saladas son capaces de mejorar los síntomas de enfermedades pulmonares como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. ¿El precio? En Amazon México cuesta hasta $500 pesos, aunque el importe varía según el tamaño.
Actualmente, no existe evidencia acerca de que la sal del Himalaya realmente tenga algún efecto beneficioso sobre la salud.