Explicación no pedida, culpa admitida. Una semana después de que iniciara la campaña de fake news contra Tamaulipas, Cabeza de Vaca reapareció en sus redes sociales para presumir su ganado y contar que lo está preparando para la Feria de Houston… de 2026. Es la forma que utiliza para deslindarse luego de haber sido señalado como la persona detrás de los ataques.
Lo hace por temor luego de ser exhibido. Temor a que las investigaciones en su contra se aceleren. Por eso busca calmar las aguas. Esto es, calmarlas hasta encontrar una nueva oportunidad para pasar a la ofensiva.
El video lo utiliza para comprar tiempo, o eso pretende. Lo mismo la ‘no ficha’ de Interpol que coincidentemente revela.
Aunque Cabeza omite mencionar en su comunicado los procesos abiertos en su contra por la justicia de Tamaulipas y del Gobierno de México, para quienes sigue siendo un prófugo de la justicia.
Lo que el panista olvida, es que esta historia Tamaulipas ya la vio casi al dedillo. Y es extraño que sea él quien no lo recuerde, pues está haciendo es una calca de lo que hizo Eugenio Hernández en su momento.
Las similitudes son tan exactas que hasta podría decirse que Geño se ha convertido en el maestro de Cabeza.
Porque Geño también peleaba su inocencia a base de comunicados y desde fuera de Tamaulipas. Geño eligió Cancún, Cabeza, McAllen.
Eugenio litigaba también a través de los medios de comunicación, pero eso no impidió que Luis Videgaray, entonces secretario de Relaciones Exteriores y mano derecha de Peña Nieto, concediera su extradición a los Estados Unidos, donde tiene un proceso pendiente.
Cabeza, como Geño, busca litigar en la opinión pública, la única diferencia es que ahora las redes sociales están de moda.
Otra similitud más; luego de ser gobernador, Geño invirtió en campañas políticas de distintos estados del país. Incluso los geñistas llegaron a la nómina del gobierno estatal de Quintana Roo de Roberto Borge.
Cabeza busca hacer lo mismo. En Coahuila, donde tiene fuertes lazos políticos de más de 10 años con figuras de aquella entidad ya demostró su apoyo. Sin olvidar que Cabeza de Vaca buscó ser candidato a la presidencia, invirtiendo una gran cantidad de recursos para su promoción política fuera de Tamaulipas.
Quiere otra coincidencia más. Almaraz fue señalado por los geñistas como el traidor que entregó Geño a Cabeza. Almaraz fue Secretario de Finanzas y hombre de todas las confianzas de Eugenio durante su gobierno. Hoy hay un hombre de todas las confianzas de Cabeza de Vaca que está detenido. Rómulo “G” no solo fue secretario de Bienestar en el sexenio panista, sino también asesor en la Oficina del Gobernador en el ocaso de su administración, lo que le dio acceso a mucha información sensible.
Sin olvidar que Geño desechó al PRI y lo cambió por el Verde, mientras que Cabeza sigue incrustado en el PAN, pero tiene una gran cercanía con Acosta Naranjo, quien busca constituir un nuevo partido político.
Pero si algo iguala a Cabeza y a Geño es su ambición de trascender su sexenio, y para eso operaron primero dentro y luego fuera de su partido.
Es decir, ambos ex gobernadores han buscado tender lazos con el oficialismo, aunque por distintas vías e interlocutores, pero el fin es el mismo: regresar a Tamaulipas y arrebatar el poder.
Así que Cabeza de Vaca no está haciendo nada nuevo, al contrario, es prácticamente el manual de un ex gobernador jubilado.
¿Qué detuvo a Eugenio? Las investigaciones en su contra. Incluso ahora no puede poner un pie en Estados Unidos y su campaña a la senaduría fue un fracaso.
¿Qué detendrá a Cabeza? Lo mismo que lo tiene auto exiliado de aquel lado de la frontera: las investigaciones en su contra. Por eso la preocupación del panista lo obligó a dar la cara para deslindarse.
Quedan poco más de tres meses para las elecciones del Poder Judicial en Tamaulipas y en la Federación.
Lo que seguramente será un punto de inflexión en los procesos abiertos contra los ex funcionarios de la administración cabecista, incluido el propio ex gobernador.
Quien iba decirlo, Geño y Cabeza cortados por la misma tijera.
Pues eso.