1.-La Auditoría Superior de Tamaulipas citará al alcalde Eduardo Gattás, la ex síndica Karina Sánchez de León y el ex tesorero Luis Carlos Cisneros Gómez, para que aclaren las irregularidades detectadas a las cuentas públicas del Ayuntamiento de los ejercicios fiscales 2021 y 2022, luego de que fueron rechazadas por el Congreso del Estado.
Después de este procedimiento, la ASE podrá resolver en definitiva si estos servidores públicos son turnados a una autoridad penal o administrativa, según el delito que se haya cometido en el ejercicio de su cargo.
Las sanciones pueden ir desde cárcel hasta inhabilitación, dependiendo de la gravedad de lo encontrado.
Hasta el momento Gattás no se ha pronunciado al respecto ni ha presentado pruebas en su defensa.
El que calla otorga, dice el refrán.
2.-El Gobierno de Tamaulipas apoyó este 2024 a más de 7 mil productores tamaulipecos del campo con el Programa de Atención de Situaciones de Contingencia o Eventualidades en el Sector Rural 2024.
Para esto se realizaron estudios para determinar la situación de cada uno de los solicitantes, dando prioridad a los agricultores con mayor vulnerabilidad.
Este ha sido un principio rector de la Cuarta Transformación: por el bien de todos, primero los pobres.
Principio que ha dado resultados para reducir la brecha de desigualdad y combatir los niveles de pobreza en México y en Tamaulipas.
Es normal que quienes no tengan acceso a estos recursos los sigan buscando, pero también se debe entender que hay grupos sociales más vulnerables que otros.
Esto no quiere decir que los grandes productores no serán atendidos. Las facilidades y extensiones para inscribirse en los diferentes programas son prueba de ello, así como los apoyos y capacitaciones del gobierno del estado, además de los programas federales.
Tratar de imponer condiciones nunca es una buena señal para un diálogo abierto y menos si con eso se busca perjudicar a los que menos tienen.
3.-El Gobernador Américo Villarreal encabezó el inicio de las Jornadas por la Paz, en la que participaron los integrantes de la Mesa de Coordinación y estudiantes de escuelas secundarias y preparatorias.
El objetivo de estos diálogos es lograr que los jóvenes se sientan incluidos y se vuelvan copartícipes de la construcción de la paz en Tamaulipas.
El modelo tamaulipeco para la construcción de la paz tiene tres grandes ejes: la participación ciudadana, la prevención y la educación. Y es precisamente en este último punto donde se busca la formación de valores y la resolución pacífica de los conflictos.
Este enfoque de seguridad se implementa desde una visión más humanista y preventiva que el modelo reactivo policial.
La paz, como bien lo señala el mandatario, no es un estado, sino un proceso. Y Tamaulipas ha encontrado la ruta para transitarlo.
4.-La alcaldesa de Tampico, Mónica Villareal, participó en el Primer Encuentro Nacional de Presidentas Municipales convocado por la Secretaría de la Mujer.
El evento reunió a alcaldesas de todo el país con el objetivo de fortalecer políticas públicas con perspectiva de género para garantizar la seguridad, protección y desarrollo de las mujeres en México.
Se trata también de ver al municipalismo con perspectiva de género, con políticas concretas, medibles y orientadas a dar resultados.
La reunión tiene un significado político profundo porque demuestra que las mujeres en el poder se convierten en arquitectas de la transformación social y ocupan espacios de decisión con una agenda propia.
Al priorizar el bienestar familiar y la protección de las mujeres, se está reconstruyendo el tejido social desde lo local y eso también es parte de la transformación de Tamaulipas.
5.-La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), bajo el liderazgo del rector Dámaso Anaya Alvarado, está implementando un nuevo modelo en la educación superior.
No se trata solo de transmitir conocimientos, sino de formar individuos integralmente preparados para un mundo en constante transformación.
Tres elementos caracterizan esta nueva aproximación pedagógica:el humanismo tecnológico, que integra herramientas tecnológicas con el desarrollo humano, el pensamiento complejo, que forma estudiantes capaces de analizar más allá de lo obvio y la adaptabilidad, que busca preparar a los futuros profesionistas ante los cambios globales.
Lo que Dámaso Anaya y su equipo están construyendo va más allá de un programa académico. Es un proyecto de transformación social donde la universidad se concibe como un espacio de construcción integral de ciudadanía.
Tamaulipas muestra, a través de su máxima casa de estudios, que la educación superior del siglo XXI debe ser necesariamente humanista, crítica y profundamente comprometida con su entorno.
La universidad ya no forma profesionistas. Forma seres humanos capaces de reimaginar y reconstruir su realidad.