CAMBIO ACELERADO

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"El futuro ya está aquí -escribió el novelista William Gibson-, sólo que no está equitativamente distribuido". El cambio que experimenta el mundo es incontenible y ocurre en todos los frentes, algunos benignos, otros por demás riesgosos. En las últimas semanas se han acumulado una serie de noticias y estudios que, en conjunto, presentan un escenario complejo (y, en muchos sentidos, contradictorio) que obliga a visualizar el potencial de alteraciones al panorama que venía materializándose en los últimos meses.

Una primera aproximación al cambiante escenario es el que aporta China. Si uno extrapola las tendencias de los últimos años, su economía rebasaría a la estadounidense al final de la década, para convertirse en el nuevo polo de atracción económica y, potencialmente, política. Un estudio de Visual Capitalist (https://bit.ly/3yeMvmk) ilustra gráficamente la forma en que la economía mundial evoluciona y los cambios que se anticipan para las principales economías del mundo (y, de paso, muestra el creciente deterioro de México en el panorama internacional, lo que sugiere problemas futuros).

El estudio se fundamenta en una extrapolación directa y no toma en cuenta dos elementos que podrían modificar estas tendencias: por un lado, hay especulación en el mundo sobre la veracidad de las estadísticas oficiales de China; en un extremo, hay quienes mantienen que la población total de esa nación es sensiblemente inferior a la previamente estimada (https://youtu.be/vo3J0UwtGJ0), lo que llevaría a la posibilidad de que, en lugar de crecimiento, China comience un proceso acelerado de contracción. Desde luego, esto no cambiaría el extraordinario desempeño de la economía china y su enorme potencial, especialmente por su gran avance en materia de tecnología digital y de inteligencia artificial, lo que bien podría poner a esa nación en el liderazgo mundial en las industrias más prometedoras.

Un segundo factor en esta ecuación es la disputa sobre la forma de gobernar que encabezan Estados Unidos y China, el primero con una democracia disfuncional, la segunda con un sistema autocrático que ha sido capaz de sacar de la pobreza a cientos de millones de sus ciudadanos. Detrás del conflicto entre las dos potencias se evidencian las fortalezas y debilidades relativas de las dos naciones justo en el momento en que la pandemia no acaba de resolverse, la inflación comienza a hacer estragos y persiste el interminable debate sobre la viabilidad del sistema político chino. Ian Bremmer especula en su nuevo libro ("The Power of Crisis: How Three Threats -and Our Response- Will Change the World"). sobre la posibilidad de que uno de los grandes mitos de nuestro tiempo (la superioridad del sistema político estadounidense frente a la superioridad de la economía de China) acabe siendo al revés: que triunfe la flexibilidad de la economía norteamericana en tanto que el sistema político chino pruebe ser más robusto y sostenible.