Qué alimentos te ayudan a retrasar el envejecimiento
Aumentar el consumo de cebollas, ajos y puerros ayuda a hidratar y aclarar el tono del cutis, ya que son ricos en sulfuro, lo que mejora la eliminación de toxinas y repara los cambios producidos en la piel por el paso del tiempo, según aconseja la doctora Amil López Viéitez, creadora de la 'Dieta Coherente'.
Esta recomendación junto con la 'Dieta Antiaging 'que propone la doctora, ayudan a retrasar los efectos del envejecimiento; así como, la toma de 1.5 a 2 litros de agua al día, puesto que favorece la hidratación, eliminado toxinas, y ayudando al tránsito intestinal y purifica la piel.
Según apunta la doctora, la toma de antioxidantes como la vitamina A y los carotenos mejoran la estructura y el aspecto de la piel, mucosas, cabello, uñas, incluso hasta la vista; y se pueden encontrar en el melón, mango, caqui, zanahoria, tomate, pimientos, espinacas, canónigos, berros, alga nori y boniato.
También, la vitamina C es necesaria para la síntesis de colágeno y rejuvenece el sistema inmunológico, facilita la cicatrización y la absorción del hierro. Está presente en los cítricos, grosellas, guayabas, pimientos, coles de bruselas, coliflor y brécol. Los fumadores necesitan un mayor aporte.
La vitamina E reduce el daño por radicales libres y mantiene la piel luminosa y elástica. Abunda en el aceite de oliva y los frutos secos, y los polifenoles y flavonoides son antioxidantes que reducen la formación y neutralizan los radicales libres, estos abundan en bayas como arándanos y maqui, uvas, vegetales, té y vino.
Para el funcionamiento de las enzimas antioxidantes son necesarios algunos minerales que actúan como cofactores, según ha señalado la experta. En concreto, el selenio y la vitamina E previenen el daño celular, las cuales se encuentran en la carne de cerdo, pavo, pescado, marisco y frutos secos, así como el aceite de oliva es el alimento que aporta más vitamina E.
Por su parte, el zinc potencia la acción de la vitamina A, fortalece el cabello, la cicatrización y es protector hepático. Las principales fuentes son el salvado, la avena, germen trigo, pipas de girasol y calabaza, semillas de sésamo, maíz, algas y chocolate.
El magnesio ayuda a estabilizar el calcio en los huesos y dientes, calma el sistema nervioso y reduce los calambres. Está presente en frutos secos, cereales integrales y también en el chocolate. El cobre aumenta la asimilación del hierro y de la vitamina C.
Reduce las líneas de expresión y minimiza las manchas de la piel; sus principales fuentes son legumbres, cereales integrales, hígado, mariscos, ciruelas y pasas.
El hierro activa la oxigenación celular, la formación de colágeno, el sistema inmune y hace sinergia con las vitaminas del grupo B; son frecuentes en los moluscos como mejillones y almejas, carnes rojas, morcilla, legumbres, verduras de hoja verde oscura, lombarda, perejil, alcachofa, brócoli y coliflor.
Además, comer pescado azul ralentiza el envejecimiento prematuro, activa la memoria, la concentración y la agudeza visual; y ayuda a reducir el colesterol y la tensión arterial.
Incrementar el consumo de frutas, verduras y legumbres aportan fibra y agua, lo que al incluirlas en tu dieta antiaging evitas el estreñimiento y potencias la eliminación de toxinas. Además, reducen los niveles de colesterol circulante evitando que se absorba en exceso y tienen un efecto protector sobre el cáncer de colon.
La experta, también, ha recomendado reducir el consumo de jarabe de maíz alto en fructosa, refrescos, zumos, cereales del desayuno, salsas, bollería industrial y comidas procesadas. Aportan azúcares ocultos que favorecen la "caramelización" de las proteínas y el envejecimiento celular.
Del mismo modo, es clave reducir el consumo de alcohol, dejar el tabaco, y dormir 7 horas, al igual que utilizar nutricosméticos, ha concluido la especialista.