Xantolo, fiesta sagrada que une a los vivos y a los muertos
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Cada año en la Huasteca Potosina hay una fiesta de color y alegría en las calles, las casas y los cementerios, gracias al Xantolo, la fiesta sagrada en la que se recuerda a los que se fueron.
Las festividades de Xantolo comienzan desde el 28 de octubre y concluyen el 4 de noviembre, en una tradición que data de la época prehispánica y que se arraigó en la zona Huasteca de México.
Xantolo es la unión sagrada de los vivos y los muertos; es la celebración más importante en la que se levantan altares, se ponen ofrendas, las danzas y la música acompañan todo el tiempo la celebración.
Se hacen preparativos para recibir a los que fallecieron, la colocación de altares y ofrendas con frutas y flores de la región, la gastronomía del lugar, imágenes religiosas, el tañer de campanas, tronido de cuetes, música de huapango y sones huastecos.
LA LEYENDA DE XANTOLO
Según la leyenda, en el México Prehispánico corría el día de los fieles difuntos en la Huasteca Potosina, todo lucía gris, el ambiente era sombrío, no había el colorido que ahora prevalece.
Sin embargo algo extraordinario sucedió ese año, alguien vio a un fantasma enmascarado brincando de cripta en cripta, se escuchaba una música que nadie tocaba.
Algunas personas corrieron despavoridas a sus casas, otras más fueron con el sacerdote y lo llevaron al cementerio para que diera alguna explicación.
El sacerdote acudió con una comitiva, armados con palos y piedras, decidieron a desentrañar el misterio.
El enmascarado seguía bailando entre las tumbas a lo que el sacerdote preguntó : ¿Quién eres?, ¿Qué quieres aquí?
El fantasma respondió:
“¿No me conoces? Soy Xantolo y represento la alegría, he venido aquí porque me cansé de verlos tan tristes y sombríos en estos días de recuerdos, como si la muerte fuera una razón de tristeza, cuando en realidad es lo contrario”.
Después del suceso la gente empezó a acudir a las aldeas vecinas, para informar lo sucedido y difundir el mensaje del Xantolo, ese el que habla de no estar tristes porque no es un día de luto sino debe ser de alegría.
Se corrió la voz por todos los pueblos de la Huasteca potosina, los músicos enseñaron a sus vecinos las melodías, los artesanos enseñaron cómo elaborar máscaras especiales para esas fiestas, las cuales representaban a ancianos y los enseñaron a ejecutar las danzas.
Desde ese tiempo la gente sigue la tradición de organizar danzas con huehues o enmascarados que bailan en las calles y panteones.