¿Dengue o sarampión? Autoridades alertan sobre síntomas similares

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Ante el reciente brote de sarampión en el país, las autoridades federales de salud han emitido una alerta para mantenerse vigilantes y acudir al médico ante cualquier síntoma sospechoso. Aunque en Tamaulipas no se han registrado casos en más de dos décadas, advierten que los síntomas de esta enfermedad pueden confundirse con los del dengue.

Similitudes que generan confusión
El incremento de casos de dengue en diversas regiones podría dificultar la detección temprana de sarampión o incluso rubéola, ya que estas enfermedades comparten algunas características clínicas.

El subsecretario de Salud Pública en Tamaulipas, Rembrandt Reyes Nájera, explicó que, aunque el estado ha mantenido el sarampión erradicado durante más de 20 años gracias a los programas de vacunación, no se debe bajar la guardia.

“Efectivamente, el sarampión en algunos casos presenta cuadros clínicos similares al dengue, principalmente por las manchas en la piel. Sin embargo, un buen estudio clínico permite distinguir entre ambas enfermedades”, detalló Reyes Nájera.

Síntomas a tener en cuenta
Las autoridades de salud destacan que, mientras el dengue suele estar asociado con fiebre, dolores musculares y hemorragias en casos graves, el sarampión se caracteriza por:
• Fiebre alta.
• Manchas rojas que inician en el rostro y se extienden al cuerpo.
• Tos, conjuntivitis y malestar general.


Llamado a la prevención
A pesar de la ausencia de casos recientes en Tamaulipas, las autoridades insisten en la importancia de la vacunación como la principal medida preventiva contra el sarampión. Además, exhortan a la población a mantenerse atenta a cualquier síntoma sospechoso y a no automedicarse.

“Es fundamental acudir al médico ante cualquier manifestación inusual en la salud, sobre todo en esta temporada en la que los casos de dengue están al alza y podrían enmascarar otras enfermedades”, puntualizó Reyes Nájera.

La detección temprana y el diagnóstico adecuado son clave para evitar complicaciones y contener la propagación de enfermedades infecciosas.