Fue Mario Moreno un “hombre desagradable”
Cantinflas sigue con el título del cómico mexicano más importante de todos los tiempos, pero quienes lo conocían concuerdan en que su verdadera identidad distaba mucho de ser idónea o por lo menos respetable.
Un poco de historia
Mario Moreno inició su carrera de actor cómico en las carpas circenses de la Ciudad de México, pero antes desempeñó varios trabajos de bajo perfil que después se convertirían en una importante inspiración para sus películas. Entre los anteriores destacan su temporada como torero, zapatero, bolero, taxista y hasta boxeador.
El representante Jacques Gelman lo descubrió y decidió llevarlo al cine con la productora Posa Films. Las primeras películas que filmó no tuvieron mucho éxito, pero su gran oportunidad llegó con la cinta ‘Ahí está el detalle’.
Su personaje, un dicharachero hombre de barrio y de bajos recursos que amarraba su pantalón con un trozo de lazo se ganó el cariño del público por su cercanía con la realidad. Además, la curiosa forma de hablar y dar discursos sin ideas coherentes partía de la risa a medio mundo.
Después vinieron otras producciones como ‘El bombero atómico’, ‘Si yo fuera diputado’, ‘El bolero de Raquel’, ‘Señor doctor’ o ‘El barrendero’. Hoy por hoy, grandes clásicos de la industria cinematográfica mexicana. También ganó un globo de oro por tu participación en la película ‘La vuelta al mundo en 80 días’.
El ‘hombre desagradable’ detrás de Cantinflas
Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes interpretó por cuarenta años a este hombre de bajos recursos, pero de gran actitud ante la vida. El hombre simpático que podíamos ver en pantalla solía mostrar una segunda cara fuera de las grabaciones, narran personas que lo conocieron.
Amigos, compañeros o conocidos del actor aseguran que más bien era un artista frío, soberbio y hostil. La escritora Guadalupe Loaeza, por ejemplo, aseguró que dos personas completamente distintas vivían en el mismo cuerpo.
“Era un hombre que mundanamente no era simpático, era desagradable. Mario Moreno era un personaje muy siniestro, con una ambigüedad muy evidente. Sus colegas no lo querían”, aseguro en una entrevista para la BBC.
Este comportamiento, describen sus críticos, fue culpa del poder y la fortuna que llegaron de pronto a su vida. El periodista Luis Guillermo Hernández, recordó que Cantinflas fue consejero del presidente Gustavo Díaz Ordaz. Durante su gobierno, ocurrió la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968en Tlatelolco.
“Su fama pública, su prestigio, pero sobre todo el amor que le tiene la mayoría de la población a su personaje, le permitieron tener derecho de picaporte con presidentes, diplomáticos, funcionarios, dignatarios de otros países. Esa influencia, ese poder político y social, entonces, fue usado por Mario Moreno para su beneficio particular, como han de documentar los espías del propio gobierno”, subraya el periodista.
Guadalupe Loaeza agregó más datos a las críticas hacia el reconocido cómico mexicano. Según su propias palabras, el actor era más bien un vocero del gobierno en turno. Dejó de ser el cómico del pueblo, señala, para convertirse en alguien institucional.
“¿Realmente importa la parte desagradable del personaje?, los mexicanos no la quieren conocer, hay una cierta negación”, aseguró Guadalupe Loaeza.