4 celebridades que fueron asesinados por sus fans
Hay una delgada línea entre ser fan de alguien y llegar al fanatismo desenfrenado. Las celebridades deben lidiar todos los días con esta situaciones complicadas, pero en algunas de las veces se ha salido de las manos.
Sin predecirlo, personas del mundo de la farándula han tenido que pasar tragos amargos por este tipo de situaciones. En otros casos han llegado al límite y ha terminado en tragedias como la muerte de los famosos.
En esta ocasión recordamos las lamentables pérdidas de cantantes, actrices y personalidades del espectáculo, que fueron víctimas de sus propios fans y dejaron una triste huella en el escenario.
Christina Grimmie
Christina Victoria Grimmie fue una joven compositora y cantante de 22 años, que inició su corta carrera músical por medio de YouTube. Ahí interpretó éxitos y algunas de sus propias composiciones hasta alcanzar lanzar su primer disco, Find Me.
Brian Teefey, el padrastro de Selena Gomez, descubrió la voz de Christina e inició con las aperturas en los conciertos de la estrella de Disney. Sin embargo, fue hasta que asistió al programa The Voice, concurso en el que terminó en tercer lugar.
Island Record fue quien manejó el resto de su carrera, donde año con año aumentó su fama y temas de su repertorio. No obstante, todo acabó cuando un hombre le disparó mientras firmaba autógrafos al final de un concierto en Orlando, Florida.
El atacante, identificado como Kevin James Loibl, se suicidó de un disparo tras su crimen. El hermano de Grimmie se lanzó contra él, quien llevaba dos pistolas, pero no pudo evitar la muerte de la joven ni del atacante.
Rebecca Schaeffer
El mismo fin fue para la actriz Rebecca Lucile Schaeffer. Desde joven estudió para ser intérprete en la Escuela Profesional de Manhattan y poco después debutó en una telenovela de la cadena ABC, llamada Una vida para vivir.
Consiguió un papel con Woody Allen en Días de radio, llegó a la portada de la revista número uno del país, Seventeen, compartió también pantalla con Burt Lancaster en la película Viaje al terror y fue invitada, por Francis Ford Coppola, a participar en el casting de El padrino III.
Sin embargo, una mañana un hombre tocó a su puerta. Su nombre era Robert John Bardo, una joven de 19 años que la empezó a acosar tres años atrás. Tras dos encuentros en el domicilio, el hombre disparó.
Selena Quintanilla
Selena Quintanilla Pérez era la "reina del tex-mex", género musical que combina los ritmos populares de México y Texas. No solo había cautivado al público chicano de Estados Unidos, sino que se convirtió en una celebridad en el país de sus raíces.
Vendía millones de copias de sus cinco álbumes y estaba por lanzar uno más. Durante esa escala a la fama, Yolanda Saldívar, la fundadora y presidenta del club de fans de la artista, se convirtió además en su asistente personal y gerente de ventas de su marca, Selena Etc.
Después de cuatro años de colaboración, la relación se había deteriorado. En especial por una discusión por una malversación de fondos que realizó Saldívar, motivo por el que la familia Quintanilla se alejó.
Selena y ella se volvieron a encontrar para resolver una cuestión financiera. Sin embargo, en aquella mañana fue la muerte de la cantante por un disparo de un un revólver calibre .38mm por parte de su ex asistente.
La mujer fue hallada culpable del asesinato de la artista y fue sentenciada a cadena perpetua. A pesar de ello, tiene derecho a pedir libertad condicional en 2025.
John Lennon
Sin duda alguna, John Lennon fue uno de los grandes genios de todos los tiempos en la música. Junto a The Beatles, se encargó de marcar a más de una generación con sus grandes composiciones y letras.
El compositor y Yoko Ono se habían mudado al Edificio Dakota en el número 1 de la calle 72 desde 1973, lugar donde miles de seguidores del cantante se reunían en la puerta del edificio para tener un pequeño acercamiento.
Esta ventana fue aprovechada por Mark David Chapman, quien se acercó supuestamente para pedir un autógrafo y le disparó al líder de la agrupación inglesa. Aseguró que no había ningún motivo aparente para matarlo, más que simple gloria personal.
El asesino fue condenado a una pena de 20 años a cadena perpetua. Después de más de 40 años de la muerte de Lennon, se mantiene dentro de la cárcel.