Dan emotiva despedida a Luis “Niño” Torres (qepd)
Ciudad Victoria, Tamaulipas
El futbol de ciudad Victoria volvió a enlutarse con la muerte de Luis Felipe Hernández Torres, la tarde del pasado viernes en un accidente de carretera.
Un joven muy querido en el barrio de la colonia América de Juárez, por lo que la noticia de su repentina partida no se podía creer.
El sábado las redes sociales se inundaron de publicaciones recordando momentos que pasaron junto a él, ya sea en alguna fiesta, en la escuela o en las canchas de futbol.
“Te acuerdas cuando no tenía que comer que me preparabas sándwich hermanito me decías mi mamá me va regañar pinche compadre. Decías ama va venir “pichi” y es bien desmadroso no le digas nada porfa, gracias amigo por todo”, le escribió Jonathan de León, lamentando su muerte y destacando su calidad humana porque lo apoyó cuando más lo necesitaba.
Y este domingo fue el último adiós de Luis, un adiós emotivo y muy triste porque quienes lo apreciaban aún no asimilaban que no lo volverían a ver más en ese escenario en el que cada fin de semana disfrutaban de jugar futbol, en el que convivían y en el que fueron muy felices.
La jornada fue suspendida en el Torneo de la América de Juárez, pero de todas maneras el campo se pintó para el homenaje, además se escribió su nombre en grande con el número 12, ese que siempre pedía para su playera en los equipos que lo invitaban a jugar.
Los trofeos que ganó jugando para escuadras como Deportivo Llamas y Panadería El Grillo, también estuvieron presentes.
De igual manera colgaron en la portería sur una lona con su foto impresa con la frase de “Siempre estaré en mi barrio América de Juárez” y al reverso sus amigos le escribieron un mensaje de despedida.
“Te extrañaré amigo, pronto nos vemos”, “Te extrañaré siempre cachetón”, “Te vamos a recordar siempre”, “Por siempre en mi corazón”, “Gracias por todos estos momentos, eres una excelente persona”, “Vuelo alto mi niño”, “Suerte en tu nuevo camino”, se podía leer.
Todo estaba listo para el adiós. Esta vez su llegaba a la cancha fue distinta, justo después de mediodía “El Niño” llegaba en una carroza, junto a su padre, su hermana y su madre que cargaba con orgullo una fotografía suya por delante.
Decenas de personas se dieron cita, amigos, futbolistas, vecinos y familiares abarrotaron el campo. El recibimiento no podía ser otro que con aplausos y porras, además de globos blancos.
“No se vaaaa, no se vaaaa, Luis no se vaaaa”, se escuchaba mientras la carroza se estacionaba en el centro del campo para bajar el féretro, el cual sus amigos más cercanos se encargaron de cargar y llevarlo frente a la portería.
La tristeza era demasiada que el llanto no se podía contener, aunque sacaron fuerzas para seguir con lo que habían preparado con mucho cariño.
Se disputó un partido para alinearlo por última ocasión, hubo un árbitro y hasta un narrador que con sentimiento nombre al homenajeado.
Tras el silbatazo inicial, el equipo organizó una jugada, quizá la jugada que más van a recordar, todos tocaron el balón y alistaron la ofensiva. Al final el pase fue hacia el féretro para que Luis anotara su último gol.
El árbitro pitó al centro del campo y lo hizo valido. De inmediato los jugadores rodearon a “El Niño” para festejar en medio de lágrimas la última victoria juntos.
Rogelio González, uno de sus amigos y de oficio reportero asistió a cubrir el accidente del día viernes, al ver que su amigo era el que había perdido la vida rompió en llanto y por obvias razones ya no pudo realizar su trabajo, fue muy doloroso. Este domingo le dedicó unas palabras, resaltando la buena persona que fue y recordó una frase que Luis decía mucho, “Cuando la voz calle con mi muerte, mi corazón seguirá hablando”.
Ya para finalizar levantaron el féretro para dar una última vuelta al campo y así despedirse de su compañero, de su gran amigo.
Descanse en paz Luis Felipe Hernández Torres “El Niño”.