Hacen las cosas al revés
Este lunes volverán a sesionar los diputados que integran la Sexagésima Cuarta Legislatura del Congreso del Estado.
Lo harán en un horario inusual: las 18 horas. No han dicho la razón del porque llevar los trabajos parlamentarios hasta el atardecer, pero presuntamente se debe a que les informaron que a esa hora llegará, desde Secretaría General de Gobierno, la iniciativa que contiene el paquete económico del Gobierno del Estado para el 2020.
Pero independientemente de lo que haya ocasionado el cambio de horario, el asunto es que los legisladores regresarán a sus curules éste lunes, y con ello surge una interrogante: ¿ Seguirán convirtiendo la tribuna en una carpa de circo o ya se dieron cuenta de que están haciendo el ridículo, o el “oso” como dirían los chavos?
Desde antes de que iniciara la actual legislatura hicimos votos para que los nuevos diputados no asumieran las mismas conductas de quienes les antecedieron.
Hicimos énfasis en tres situaciones que distinguieron , para mal , la Sexagésima Tercera Legislatura , y las cuales deberían evitar a toda costa quienes llegaban.
Por ejemplo, los diputados que se fueron en septiembre pasado se dieron gusto expidiendo exhortos a diestra y siniestra a pesar de que esa figura legislativa es totalmente inútil porque no genera ningún resultado, y en cambio sí propicia un despilfarro criminal de recursos públicos, toda vez que, buena o mala, obligadamente se le debe dar trámite para aprobarla o desecharla.
En base a ese antecedente hicimos un llamado a los nuevos Diputados para que , por favor, no cayeran en esa nueva práctica. Es irresponsable “tirar” el dinero público de esa forma tan absurda y más en tiempos de austeridad como los que corren.
También hicimos énfasis en esa terquedad que caracterizó de llevar al Pleno simples ocurrencias convertidas en iniciativas. Hubo un diputado que llegó a proponer castigar con cárcel a quien llamara “gorditos” a los “gorditos”, y otro ---- que por cierto logró reelegirse y está activo--- propuso instituir en Tamaulipas ¡el día del Caballo!
Y así, podríamos agotar el espacio enumerando ocurrencias que algunos diputados han querido convertir en ley. Por esa razón, en su momento pedimos a quienes llegaban, que no hicieran lo mismo.
Por supuesto que también les pedimos a los nuevos ocupantes de los 36 asientos en el Pleno Legislativo que dignificaran el debate. Que cuando subieran a tribuna a defender u oponerse a una iniciativa, lo hicieran pensando siempre en el interés ciudadano y no en el propio o en el de sus partidos.
Lamentablemente, a casi dos meses y medio del inicio de su ejercicio, los actuales legisladores han hecho las cosas al revés.
En el tema de los exhortos ya superaron fácilmente a quienes los antecedieron. Ya pueden proclamarse como los nuevos campeones en el uso de esa figura legislativa.
Igual siguen llevando ocurrencias a la tribuna. Tal como sucedió con quienes integraron otras legislaturas, piensan que entre más iniciativas presenten mejores diputados serán, lo cual resulta absurdo porque la gran mayoría de las propuestas son irrealizables.
Y lo peor: siguen desprestigiando la investidura del Diputado. El show circense en que han convertido las sesiones ordinarias es el deleite semanal de las redes sociales pero no generan ningún beneficio social.
Ojalá y que los integrantes de la 64 legislatura entiendan que un buen Diputado no es aquel que lleva más iniciativas a tribuna y tampoco el que más grita o el que mejor ridiculiza al contrario, sino aquel que cuando hace una propuesta la lleva bien sustentada en lo legal y en lo económico.
Y por supuesto, ojalá comprendan que un buen diputado es aquel que cuando sube a tribuna para debatir lo hace porque va preparado con buenos argumentos para convencer a sus pares, y no simplemente porque su coordinador le pide que vaya al “ring” a tirar golpes al que se deje.
Todavía están a tiempo de corregir el rumbo. Apenas han transcurrido dos meses de los 24 que durarán en el cargo.
ASÍ ANDAN LAS COSAS