“Yo le dije a mi esposa que no viajara; mis 2 hijos ya saben que mamá murió”
Ciudad Victoria, Tamaulipas.-
Giovanni Gallegos trae sus ojos y párpados hinchados por tanto llorar. Y es que su esposa, la madre de sus dos pequeños hijos, de 8 y 11 años de edad, respectivamente, murió calcinada, era una de las pasajeras del autobús que se incendió el sábado al chocar con el contenedor de un tráiler que transportaba materiales químicos inflamables en la carretera Ciudad Victoria-Monterrey.
El oriundo de Huejutla, Hidalgo, se encuentra desde ayer, al igual que el resto de los familiares de las víctimas de este accidente, en el edificio de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas en espera de que le entreguen los restos de quien era su esposa, y quien apenas tenía 30 años de edad.
"A las seis de la mañana de ayer (sábado) mandé un mensaje al celular de mi esposa, pero ya no me lo contestó, más tarde vi en las noticias que se había incendiado el autobús, también unos amigos me avisaron del accidente, porque yo trabajo en transporte público en Huejutla y tengo algunos conocidos", dijo.
Desvelado, cansado y preocupado, narra que lleva dos días en la Fiscalía en espera de que le entreguen los restos de su esposa. Lo mismo hace desde el estacionamiento la carroza que él trasladó desde su lugar de origen hasta esta ciudad capital, pensando en que el trámite sería rápido.
"Yo trabajé muchos años en el servicio forense, mi ex patrón me prestó la carroza, yo sé de esto, y la verdad no entiendo por qué están tardando tanto tiempo para entregarnos los restos, no sé si la demora es porque fueron 20 muertos al mismo tiempo, pero la verdad para mí ya fue mucho tiempo de espera".
A Giovanni su hermana lo acompaña, mientras que sus dos pequeños hijos se quedaron en casa, con su abuelita, la mamá de su papá. Los menores ya saben que su mamita murió, imposible ocultarlo. Allá, en Huejutla, las noticias no hablan de otra cosa, incluso la escuela donde estudian, les enviaron las condolencias.
“¿Para qué me traigo a los niños?, ¿dónde van a dormir?, de perdido viviéramos aquí, todo sería más fácil, no tendríamos que trasladarnos, imagínese son cinco horas de recorrido, mejor se los dejé a mi mamá, ella también está enferma, pero no tenía a nadie más a quién dejárselos, mi mamá y mi hermana me van a ayudar", repetía Giovanni.
Giovanni no pudo acompañar a su esposa en su viaje a Monterrey porque tenía que trabajar de chofer en el transporte público, además, dice, después de la pandemia, con el regreso a clases, apenas las cosas comenzaban a mejorar, comenzaba a tener más ingresos, también tenía que llevar a los niños a la escuela.
"Mi esposa iba de ida y vuelta a Monterrey, iba a visitar a un familiar, yo le dije que no fuera, que se aguantara, que después íbamos porque ahorita apenas me estaba yendo bien en el transporte público, además los niños acaban de regresar a la escuela pero ella se fue y mire lo que pasó".
A la pena que trae por la pérdida de su esposa, Giovanni le añade la negligencia de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas la cual, a dos días del accidente, no les ha entregado los cuerpos de las víctimas a sus familiares, como tampoco les dan algún tipo de información, ni mucho menos algún apoyo alimentario.