Ya no venderá chicles Jesús
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Jesús Eduardo Rodríguez Flores, el jovencito que quiere estudiar medicina cuando sea grande, sigue dando lecciones de vida, a pesar de su corta edad.
El estudiante de secundaria dijo mediante una conversación en el mismo café (María Bonita) donde fue entrevistado la primera vez, que ya no venderá chicles y que su padre le enseñará el oficio de soldador.
Los padres de Jesús ya habían pensado semanas atrás que su hijo abandonara las calles, en las que ha trabajado durante cinco años, como vendedor de chiles.
"Mi padre está en la Ciudad de regreso y trabaja en un taller de herrería, sabe hacer puertas, ventanas y carritos de hotdogs. Yo sé cortar las láminas y el sábado mi papá me enseñará a soldar”, dice con un tono alegre, el joven de doce años.
Otra buena noticia que da a conocer Jesús, es que su madre ya no venderá chicles en las calles, porque comenzará a laborar el lunes en una maquiladora, en busca de un mejor futuro para sus hijos.
"Mi mamá dijo que si no puede pagarme la prepa me meterá en una escuela donde aprenderé un oficio. Pero yo sigo teniendo en primer lugar (de aspiración) ser médico, así que pienso aprender soldadura, hacer trabajos y comenzar a ahorrar”, comenta.
HARÁ UNA ESTUFA
PARA SU MAMÁ
Jesús es un niño de nobles sentimientos que ama a su madre y lo expresa por medio del trabajo y la intención que no le falte nada.
"Mi papá me dijo que el sábado él y yo haremos una estufa para mi mamá, ya tenemos los materiales”, comparte.
La vida de Jesús cambió a partir de la publicación de su historia. Fue entonces que sus padres decidieron trabajar doble para que sus hijos ya no salgan a las calles a la venta de chicles.
Destino o casualidad, también su Padre regresó después de trabajar dos años fuera de la Ciudad y estará más pendiente de su familia, una familia que vale oro porque todos sus hijos llevan excelentes calificaciones y quieren ser profesionistas.
"Me voy a sentir raro el sábado que ya no salga, porque me acostumbré a ganarme mi dinero pero no me quiero quedar para siempre como vendedor de chicles”, dice.
Un compañero de la secundaria le regaló uniformes a Jesús, mismos que fueron de gran utilidad porque el Niño no tenía chamarra para el frío.
Todos conocieron a Jesús a través de las redes y hasta le regalaron un periódico impreso y él pudo expresar cómo se sentía cuando se burlaban de él y su madre.
CAMBIÓ DE DOMICILIO
Para las personas que pensaban acudir a su domicilio para llevarle despensas, se les comunica que la familia se mudó a otra vivienda.
Para conocer la nueva dirección pueden marcar al 834 21 1 15 61, teléfono celular de Jesús.