Prevalecen artesanías en planta alta del Argüelles

Familias y sus descendientes luchan por mantener el comercio en esa área del Mercado 

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-  Descendientes de familias que han hecho historia en la vida comercial de la capital, como los Briones o Doña Hermes Eguía, continúan con la venta de artesanías en la planta alta del mercado Argüelles. 

Doña Hermes Eguía lleva 35 años en el negocio. Quedó viuda hace 5 años, después que a su esposo Don Heriberto Flores, lo sorpendiera un mal en el corazón.

"Mis suegros comenzaron aquí antes que se quemara el mercado y después yo me casé con Heriberto que amaba este changarro". 

Don Heriberto fue un personaje muy querido entre la comunidad victorense. 

"Él era muy querido, tenía muchos amigos, se especializaba en la venta de guayaberas que aún sigo comercializando, además de otras  artesanías. Todos los días vengo a trabajar igual que como cuando él estaba". 

Doña Hermes comenta que su esposo antes de morir le hizo prometer que continuaría con el legado familiar, el puesto de artesanías en la planta alta, negocio que les permitió dar estudios de Medicina a sus dos hijos.

"Él me dijo que de aquí yo me tenía que mantener, porque mis hijos harían su vida y eso hago desde que murió. Tengo mi clientela que viene cuando necesita algo". 

A pesar de contar con clientela Doña Hermes le gustaría que el mercado luciera otro rostro, para atraer a más visitantes.

"Mucha gente piensa que ya no vendemos artesanías, porque no nos ven, pero aquí estamos, aquí seguimos hasta el día que Dios nos llame, lo prometí y lo tengo que cumplir". 

En el local de Doña Hermes pueden encontrar blusas de manta bordadas, las tradicionales guayaberas en todas las tallas y diversos colores, vestidos y trajes típicos, bolsas con diseño de cuera tamaulipeca y hasta las muñecas de trapo o Marías. 

LOS BRIONES: 

LA TERCERA GENERACIÓN 

La tercera generación de los Briones lucha también en la planta alta por mantener abierto el negocio de las artesanías en los locales 33 y 34.

La maestra Dalia Briones dice que no quieren darse por vencidos y luchan por mantener el legado comercial de los abuelos Francisco y Apolonia. 

"Ellos iniciaron aquí afuera los primeros años del mercado cuando usaban techos de ambulantes, vendían frutas y luego tuvieron la bonetería", cuenta la maestra Dalia Briones. 

El Padre de Dalia, Don Guadalupe Briones, fue dueño de la cafetería en la misma planta alta y también tuvo una sombrerería, que ahora es una tienda de artículos deportivos atendida por uno de sus hijos. 

"Mi papá falleció y dejó a mi hermano Rodolfo la cafetería, pero mi hermano Rodolfo también murió hace dos años y ahora ahí es un negocio de deportes".

"Nosotros somos la tercera generación y seguimos aquí, porque a dónde nos vamos. Aquí crecimos y aunque estudiamos, el comercio es parte de nuestra vida", dice Dalia, quien junto a su hermana -también maestra- atienden el local. 

En el local de las hermanas Briones pueden encontrar juguetes tradicionales, maletas, bolsas, tapetes de palma, hamacas, vajillas de Talavera y artículos de temporada. 

"Que la gente sepa que seguimos aquí ofreciendo las mejores artesanías del País de las que dependen muchas familias y que aún tenemos esperanza. Queremos mantener esta tradición aunque sigamos en la austeridad".

LOS COMERCIOS CONTINÚAN...  

Así las cosas, aquí en la segunda planta  puede encontrar cualquier artesanía a precios razonables, los comerciantes no se han ido... continúan.