Perpetúa el legado de su padre, el Rey de la Belleza
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Al abrir "Casa de la belleza" en el 6 y 7 Matamoros, el victorense Éder Sigifredo Coronado Rodríguez sigue el ejemplo de su Padre el llamado "Rey de la belleza" pero con ideas frescas e innovadoras.
Mientras atiende a los primeros clientes que llegan al recién inaugurado local, Éder Sigifredo comparte recuerdos al lado de su Padre, quien murió el pasado 12 de enero, víctima de la diabetes que padecía.
Su amigo Enrique Linares Garza lo ayuda en la atención a los clientes y Éder pide una fotografía con él. Muestra así la humildad que lo caracteriza, gracias a la educación y disciplina que recibió de su Padre.
HACE 30 AÑOS SIGIFREDO CORONADO MOLINA FUNDÓ El PALACIO DE LA BELLEZA, EN EL CENTRO DE VICTORIA
"Mi padre fue el tercero en el Estado de Tamaulipas en abrir una Distribuidora de belleza, la primera se abrió en Tampico y la segunda en Mante, pero sólo el Palacio de la Belleza permaneció 30 años después”, comenta Éder.
“Es en honor de mi papá al que amo, que a mi negocio le puse Casa de la Belleza, porque es la casa del Rey de la belleza, como le bautizaron muchos estilistas de Victoria", dice Éder.
Según Éder, su Padre comenzó el negocio de belleza después de casarse con su Madre, Patricia Rodríguez, quien era estilista y abrió el negocio de salones de belleza, mismos que cerró para ayudar a su marido en el "Palacio".
La admiración y respeto que le tiene a su papá salta a la vista en cada palabra del joven de 25 años, licenciado en Administración y Mercadotecnia por la Universidad La Salle.
"Mi Padre empezó con una pequeña inversión su negocio, empezó en la casa donde vivía, con dos tubos de tinte y algunos peines”, relata.
“Era muy poco el dinero que invirtió y al poco tiempo ya estaba rentando un local... era un hombre que se levantaba a las 7 de la mañana y abría todos los días, sólo descansaba Dos veces al año, una era en Navidad y otra el viernes santo".
A los 11 años de edad el pequeño Éder -único varón de la familia, porque tiene tres hermanas-, salía de la escuela e iba al Palacio de su padre para ayudar a las tareas de limpieza.
"Fue un padre muy duro, estricto y se lo agradezco porque me forjó en la disciplina y el trabajo, en noviembre del año pasado yo le comenté de mi proyecto y pensábamos trabajar en conjunto, su muerte fue inesperada, apenas iba a cumplir 55 años de edad".
Aún recuerda los tres años que su papá lo mandaba a los Estados Unidos con sus tíos con la intención que se preparara en diversos oficios.
"Solo era durante las vacaciones de verano que iba a trabajar allá, primero trabajé en un restaurante como mesero, después en la reparación de aires acondicionados y el último trabajo fue demasiado duro porque era en un aserradero, debía cargar madera así como salía, muy parecido a como salen las tortillas de la máquina".
CON SUS AHORROS Y PRÉSTAMOS ABRIÓ SU NEGOCIO
Todo el dinero que ahorró lo invirtió en este proyecto " La casa de la belleza", además de financiamientos y préstamos donde su padre firmó como aval.
"Mi meta es para diciembre de este año, abrir las Distribuidoras de belleza en Tula y Soto La Marina y después expandirme a otros Estados del País", comenta Éder.
El joven emprendedor no descarta la posibilidad de incursionar en otros rubros, como el de restaurantes.
Otra de sus metas es estudiar la maestría en Finanzas, practicar artes marciales y boxeo, como lo hizo durante un tiempo, además de relajarse e ir al cine los domingos.
"También hay que ir al cine a distraerse y volver al ejercicio que practiqué mucho tiempo. Sé que lo puedo hacer porque me levanto a las 6 de la mañana".
La Casa de la belleza, ubicada en el 6 y 7 Matamoros, en el Centro de Ciudad Victoria, abre de lunes a sábado, de 9 de la mañana a 8 de la noche, y los domingos de 10 a 4 de la
tarde.
"Vendemos muebles para equipar salones de belleza, tratamientos, tintes, cosméticos, herramientas manuales, herramientas eléctricas y están por llegar las extensiones para el cabello y pelucas de fantasía".
APORTE A LA ECONOMÍA
DE VICTORIA
Enhorabuena para Éder Sigifredo que continúa con el legado de su Padre, el Rey de la Belleza, cuyo aporte a la vida económica de la capital de Tamaulipas, es admirable.