Curso de verano católico infantil

Demuestran a niños y jóvenes que la Iglesia no es sólo acudir a rezar. Los acercan a Dios y al mismo tiempo se divierten.
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Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El Curso de Verano Católico Infantil (CUVCI) de la Iglesia San Isidro está integrado por un equipo de jóvenes que tienen como finalidad mostrarle a niños y jóvenes que la Iglesia no es sólo venir a rezar, más bien, es un lugar donde podrán estar cerca de Dios y al mismo tiempo a divertirse mediante talentos.



Ricardo Colunga Delgado, director del curso dijo que CUVCI, nació en 2013 y en este año está cumpliendo ya cuatro años donde se ha tenido un gran avance en la comunidad, llegando a lugares lejanos donde se pensaba que no se podría llegar y que día a día acuden niños desde 6 años hasta jóvenes de 17 años interesados en conocer más a Dios y a divertirse con actividades sanas.



“Ponemos actividades de diferentes índoles. Los martes y los jueves ponemos actividades físicas y zumba mientras que los lunes y miércoles son dinámicas, juegos o alguna otra actividad donde convivan los niños. Los viernes hacemos actividades recreativas que es cuando salimos a un lugar”, mencionando que el horario es de 9 de la mañana a 1 de la tarde y es totalmente gratis.



El curso de verano 2016 inició el pasado lunes 18 de julio y concluirá el sábado 13 de agosto mediante una presentación a los papás donde los cien niños y jóvenes expondrán todo lo que aprendieron durante las cuatro semanas que dura el CUVCI.



“El último viernes del curso (12 de agosto) nos vamos a una alberca con los niños porque es casi el cierre. El último sábado presentamos a los papás lo que hicieron sus hijos en el curso, por ejemplo, guitarras hace su presentación en canto, baile hace su comparsa, todo con la finalidad de que los papás vean que aquí se está haciendo algo”, mencionó el joven director del curso quien siente felicidad al estar llevando durante este verano por el buen camino a niños y jóvenes victorenses.



En el CUVCI los alumnos aprenden clases de guitarra, de canto, manualidades, baile, cocina y Tae Kwon Do, además de que hay un taller especial para niños de seis años donde ellos podrán pintar y hacer marionetas.



“Lo que nos mueven es que si ellos pueden llegar temprano porque vienen desde la central, Simón Torres y ejidos que hay en la comunidad, por qué nosotros no dar el máximo a estos niños que les gusta el curso que tiene la finalidad que mediante los talentos acercar más niños a la Iglesia y que lo sepan desarrollar”.



Ricardo Colunga Delgado dijo que en principio eran alrededor de 8 los maestros y ahora son un equipo de 23 maestros y auxiliares junto con asesor y dirigente. Muchos de ellos fueron alumnos que estuvieron en el primer año del curso, les gustó y ahora están impartiendo clases.



“Año con año a los niños les gusta este proyecto y se siguen quedando para enseñar lo que son diversos talleres, creo que el enseñarles a los niños desde edad temprana lo que es Dios y la Iglesia es una gran ayuda para que en un futuro no se desvíen”, mencionó.



Los lunes, miércoles y viernes se dan clases de catecismo para reforzarlo y los martes y jueves clases de temas para el crecimiento personal.



“Cristo no es como nos lo han pintado siempre de un Cristo muerto, sino es un Cristo vivo que está con nosotros y que pueden conocerlo en el curso, no sólo es rezar sino que también pueden divertirse en la Iglesia”, reiteró el director del CUVCI.



NIÑOS Y JÓVENES FASCINADOS CON EL CURSO



El niño Alexis de 10 años de edad ha asistido al CUVCI desde el primer año en 2013, para él al curso “no le falta nada” ya que además de divertirse y aprender de lo que sus maestros le enseñan, convive con niños de su edad, por lo que invita a más niños a acercarse a la Iglesia San Isidro.



“Excelente todo bien. Me gusta porque me divierto, voy a Tamatán, el Tamux y al Planetario, no le falta nada al curso”.



Para Carla que estudia su educación primaria, le gusta sus vacaciones de verano porque puede asistir al curso en donde hace lo que más le gusta que es bailar zumba y Jazz, además de que convive desde 9 de la mañana a 1 de la tarde con sus amigos.



“Sentí un llamado y decidí quedarme, estoy aquí desde que no lo iniciaron. Ahora que soy maestra me gusta dar los temas, me gusta relacionarme con los  niños, me gusta cuando llegan y te dicen maestra. Aprendí cosas nuevas”, expresó la joven Tania que ahora es maestra de Jazz del curso.



Mientras que para la pequeña Alison de tres años edad en el curso ha aprendido hacer desde payasitos y jugar con sus amiguitos, “Yo trabajo aquí, me gusta hacer dibujitos y algo, lo que sea, pero lo que hago son todos los dibujos, también hago payasitos pero me ayudan y los recorto. Yo hago caso y me meto al salón”, compartió.